Existe una lluvia eterna en mi mente,
que cubre mis sentimientos y emociones,
que nubla mi criterio constantemente,
y que sucumbe ante las maldiciones.
Y es que rompí toda mi inocencia,
al intentar comprender la injusticia,
pero fracturé gran parte de mi consciencia,
y mis acciones fueron ahogadas en malicia.
Mil perdones han pronunciado mis labios,
y aún abrazan a mi alma los espinos,
las estrellas se ocultan de mi astrolabio,
se ha fragmentado parte de mi destino.
La agonía emerge al dañar a mi amor,
debería Eros arrancarme el corazón,
agregarme su tristeza, su dolor,
y condenarme a la desaparición.
Nada hará que el mundo me absuelva,
no puedo recuperar al escritor perdido,
no puedo hacer que su amor puro vuelva,
he de ser desterrado al olvido.
Y es que grito a los cielos siempre,
la Dama Luna es testigo de mi pesar,
pero me ignoran el pasado, futuro y presente,
me duermo llorando hasta sangrar.
Me quedaré con los sufrimientos creados,
rogando a que ella encuentre alivio,
intentando convivir con mis pecados,
sonriendo y fingiendo que sigo vivo.
JG11301251113